Publicado en Córdoba Cofrade especial Cuaresma 2013
fotografía extraída del blog "costaleros del calvario"
Un deleite para los sentidos. Un íntimo gozo. Ver a
Dios a través del arte en todas sus facetas. Ver a Dios en el trabajo bien
hecho. Sentir la fe. Verla, oírla, olerla, tocarla… saborearla como quien
saborea un delicado bocado. Comprender que la Catedral es el destino necesario
de una estación de penitencia completa. Sentirse iglesia y estar orgulloso de ello.
Todo eso y quizás más pueda proporcionar la atenta y
devota contemplación de la estación penitencial de la hermandad del Calvario en
cualquier punto. Subiendo San Pablo, serpenteando por Conde y Luque o Deanes,
de recogida por el Realejo… En cualquier punto, pero ninguno como en la Santa
Iglesia Catedral.
Como un espigado nazareno de túnica morada, cada
miércoles santo la torre de la Catedral monta guardia junto a la hermosa puerta
llamada del Perdón, a la espera de la refulgente llamarada barroca sobre la que
camina suavemente hacia su destino de triunfo y sacrificio el dulcísimo
Nazareno de San Lorenzo. Las cornetas anunciarán su llegada, y su mirada
conmoverá a los privilegiados que contemplen ese momento. San Rafael, en piedra
sobre el arco interior de la puerta, renovará viendo al dolorido Señor de San
Lorenzo su juramento de custodia para los nazarenos de esta Vía Sacra.
Y tras él, su bendita Madre del Mayor Dolor. Otro
ejemplo del esmero, del mimo exquisito con el que el buen cofrade, el cristiano
comprometido, cuida todo lo relacionado con la Madre de Dios. Su palio entero
será una representación de la virginal pureza de María. Su nutrida y
estudiadísima candelería vendrá a demostrar que no hay peso que venza la fe de
sus hermanos, simbolizada en las numerosas y titilantes llamas, que en conjunto
formará un ascua que alumbrará el bello rostro lacrimoso. Su artística y
reluciente orfebrería será una ofrenda a la Mediadora de todas las gracias. Los
faroles de plata alumbrarán su manto donde San Lorenzo es origen devocional y
testigo de la fe. Su música será un ejemplo de fúnebre y delicado homenaje a la
que, transida de dolor, caminará entre incienso y azahar por el Patio de los Naranjos en pos del quien
encontrará en el Gólgota la salvación de los hombres.
Pequeña, antigua y exquisita. Con estas tres
palabras describió un certero crítico la cofradía del Calvario en un texto en
el que comparaba sus meritorios logros con el siervo fiel de la parábola de los
talentos, capaz de multiplicar lo recibido. Y no le faltaba razón.
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